FADEMUR-PV presenta en Cullera un programa para mujeres emprendedoras

La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR-PV) ha presentado hoy en Cullera un programa dirigido a la inserción sociolaboral de las mujeres del ámbito rural valenciano. El objetivo de esta iniciativa es impulsar su incorporación y mantenimiento en el mercado de trabajo a través de formación en nuevos huecos de autoempleo.

Mediante este proyecto se dotará a las mujeres de herramientas efectivas para mejorar la formación, la empleabilidad, el desarrollo sostenible y la calidad de vida de la población rural en general y de las mujeres en particular.

El programa, denominado EMTe 2.0 (Tejiendo Redes Entre Mujeres en el Medio Rural para Emprender-te y Empoderar-te), combina la formación y las acciones de sensibilización, desarrollo y motivación personal.

Al acto de presentación han asistido el alcalde de Cullera, Jordi Mayor; la secretaria autonómica de Economía Sostenible, Sectores Productivos y Comercio, Blanca Marín; la presidenta de FADEMUR-PV, Regina Campos y la secretaria de esta organización, Cristina Palomares.

Uno de los cursos que contempla el programa se desarrollará en Cullera en colaboración con la concejalía de Igualdad y la Agencia de Desarrollo Local del ayuntamiento, que suma así una nueva acción a las políticas activas de fomento del empleo en las que esta legislatura se han invertido ya 6 millones de euros en el municipio.

Guía de emprendimiento

La cita ha servido también para presentar la ‘Guía práctica de emprendimiento rural en femenino’, un manual  sencillo, en el que se den las pautas necesarias a tener en cuenta para emprender un negocio en el medio rural. Ha sido redactada por el equipo de expertas multidisciplinares de FADEMUR-PV y servirá como material didáctico para las alumnas que participen en los cursos.

Esta guía recoge formación de la inteligencia emocional necesaria para no desfallecer anímicamente en el proceso de emprendimiento, nociones sobre cómo hacer un plan de negocio o dónde buscar las ayudas que puedan existir para llevarlo a cabo, y cómo comunicar y difundir el proyecto empresarial para conseguir el éxito. La guía se entrega en formato papel y digital a la Generalitat y a los ayuntamientos que alberguen los cursos del EMTe 2.0.

Banco de experiencias

La iniciativa EMTe 2.0 también servirá para localizar a las mujeres clave con experiencias de éxito en el medio rural y poder recogerlas para crear un banco de experiencias.

El banco integrará a través de videos todos aquellos testimonios que deseen sumarse y estará alojado en la página web del programa www.emte.info y también en la de FADEMUR-PV www.fademur-pv.org.

En el turno de intervenciones, Mayor ha destacado que gracias a FADEMUR-PV ya hay emprendedoras de Cullera que han podido llevar a cabo con éxito sus proyectos empresariales y espera que su experiencia pueda extenderse a más mujeres que puedan ver en el autoempleo una salida laboral.

En ese sentido, el alcalde ha avanzado que el consistorio trabaja desde hace unos meses en una iniciativa para el fomento del emprendedurismo rural que se focalizará en la pedanía del Mareny de Sant Llorenç, donde ya se están llevando a cabo acciones con mujeres interesadas en desarrollar sus propios negocios vinculados a la producción agraria de KM0 y artesanal.

Por su parte, Blanca Marín ha señalado que Cullera reúne todas las condiciones para poder desarrollar el programa ya que cuenta con un potente sector de servicios y una completa representación de los sectores productivos tradicionales.

Cristina Palomares subraya que este programa impulsa el «empoderamiento de la mujer para que crea en sus propias capacidades a la hora de abrirse camino en el mundo empresarial». Del mismo modo, Palomares ha puesto de relieve las sinergias que se crean entre mujeres del mundo rural con graves problemas de despoblamiento y aquellas que residen en zonas como la costa, colaboración que sirve para ayudarse mútuamente en la creación y mantenimiento de sus negocios.

Ha puesto como ejemplo la producción de dulces artesanales que se lleva a cabo en el interior de la provincia y que después se vende en tiendas de Cullera. «Es una forma de ayuda entre mujeres para que las empresarias del interior puedan desarrollar en sus propias poblaciones sus negocios sin tener que marcharse fuera de las mismas y abandonarlas, al tiempo que las de la costa podemos ofrecer productos de calidad a través del comercio tradicional», concluye.